La tristeza de Martha

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Lorena Fontoura

Traducido al español por José Manuel Lusilla

Estamos en el año 2012, más precisamente el 13 de enero, cuando Martha leyó la triste noticia en internet de que Ricardo estaba muerto. Pero, ¿quién es Martha? Martha es una mujer casada, con tres hijos adolescentes, trabajadora, esposa y madre dedicada, pero se encontraba aburrida de la rutina y de la falta de sueños y perspectivas en la vida.

¿Quién es Ricardo? Era un hombre honesto, trabajador y exitoso. Vivía lejos de su familia, esposa e hijo debido al trabajo, y se sentía muy solo por la distancia entre ellos. Era diabético, sedentario, le gustaba comer mucho y beber Coca-Cola. No bebía nada de alcohol, no fumaba y se acostaba temprano. Sus hábitos no eran nada saludables y su trabajo era demasiado estresante.

Pero volvamos al pasado para entender lo que realmente sucedió. A mediados de 2011, Ricardo conoció a una mujer casada por internet y se enamoró de ella; esa mujer es Martha.

Tan pronto como la vio por primera vez, quedó encantado con ella, y con el paso de los días se enamoró completamente de Martha, no pensaba en otra cosa que no fuera la mujer de internet. Pasaba el día y la noche enviando correos electrónicos y mensajes de texto con mensajes de amor y cariño.

Por estar verdaderamente enamorados, ambos se trataban por sus nombres reales, a pesar de que Ricardo era una persona pública, una celebridad que a menudo aparecía en revistas, periódicos e internet debido a su trabajo. En cambio, Martha era una persona común.

Los días y los meses pasaron y los dos siempre estaban conectados en un romance virtual, ambos con carencias afectivas y amándose locamente. Al principio, ella no vibraba con la misma intensidad por Ricardo, pero él, con la madurez de sus 50 años, se encargó de seducirla y encantarla hasta que Martha se enamoró por completo de él.

Hablaban todos los días a toda hora y todas las noches se veían por Skype. Todo transcurría de manera hermosa, maravillosa y divina hasta que llegó el mes de diciembre, cuando la familia de Ricardo viajó para encontrarse con él, y juntos viajarían para pasar las vacaciones y las fiestas de fin de año.

Él ya no pudo hablar con su amada durante 20 días, el tiempo que su familia permaneció en su ciudad. Rara vez le enviaba un correo electrónico mencionando la nostalgia y fortaleciendo la promesa de retomar el contacto en enero del año siguiente.

Entonces llegó el tan esperado 8 de enero de 2012, cuando él regresó solo a su ciudad... y sin esperar un segundo, llamó a su amada por internet. El corazón de Martha casi se le sale de la boca cuando recibió el mensaje en su celular, corrió a su computadora y los amantes acabaron con la nostalgia conversando y haciendo el amor virtualmente.

Los días fueron pasando, los dos intercambiando sus mensajes apasionados. Aquel 13 de enero, Ricardo le envió un correo electrónico al final del día preguntándole a su querida amada cómo le había ido. Ella, como de costumbre, le respondió y también le preguntó sobre el día de trabajo de su amado, pero esta vez no obtuvo respuesta.

Nada sucedió al día siguiente, ni al otro, ni en los siguientes. Ninguna respuesta durante dos meses. Desesperada, triste y desilusionada, Martha accedió a internet con la esperanza de obtener alguna información y descubrió que su amado había fallecido el 13 de enero, justo después de haberle enviado su último mensaje.

Martha llora, pero llora mucho y en silencio, ya que su romance era secreto, y sabe que jamás sentirá el tacto, el olor, el sabor y el calor de su amado ahora muerto.

Pero ella es una mujer fuerte y se recuperará para continuar su camino, aunque ahora lejos de los senderos de internet, solo con el recuerdo de una promesa de amor que la muerte interrumpió.

Sobre el autor/a

Lorena Fontoura

Graduada en Gestión de Recursos Humanos, con especialización en Coaching, y cursando la Licenciatura en Letras; graduada por Metamorfose Cursos en Formación Libre para Escritores, vicepresidenta de la Academia de Artes, Ciencias y Letras Castro Alves; miembro de la Academia de Letras de Brasil/RS; miembro corresponsal de ALPAS 21; miembro fundadora de la Cofradía Internacional de Literatura y Artes; miembro del Núcleo Académico de Letras y Artes de Portugal, miembro de la Academia Italiana de Ciencias, Letras y Artes; académica corresponsal de la Federación Brasileña de Académicos de las Ciencias, Letras y Artes, miembro de la Sociedad Partenón Literario; miembro de la Asociación Uruguaya de Letras Historia Y Artes Internacional; Embajadora de la Paz por el Círculo Universal de los Embajadores de la Paz-Suiza/Francia. Autora de “O Portal de Mariana, uma vida entre convulsões” y “A Menina e o Tubarão”. Ganadora de dos premios en 2021 como mejor narrativa larga y ganadora del Premio Escritora del Año en 2022, ambos otorgados por la Academia de Letras de Brasil/RS. Ganadora del Premio Personalidad Cultural en 2024, también por la Academia de Letras de Brasil/RS.

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